Sabemos que lleva toda la vida ahí, cambiando las mareas, iluminando las noches más románticas, pero, ¿de dónde viene?
Este planteamiento podría resolver un problema que desde hace tiempo inquieta a los científicos. La mayoría de las simulaciones numéricas predicen que en ese impacto colosal la mayor parte del material que dio origen a la Luna tuvo que venir del propio ‘impactador’ y no de la Tierra.
Sin embargo, las muestras de rocas lunares muestran una composición isotópica similar entre nuestro satélite y la de la Tierra. Esto supone todo un desafío científico, porque otros cuerpos del sistema solar presentan composiciones diferentes.
Ahora, Mastrobuono-Battisti y sus compañeros han simulado colisiones entre protoplanetas y han comparado la composición de los supervivientes con la de su último ‘impactador’ gigante. Los resultados revelan que la mayoría presentan composiciones diferentes, pero alrededor del 20% de los casos (hasta el 40% incluso) tenían composiciones semejantes.
Este podría ser el caso de la Tierra y el planeta con el que chocó. De esta forma las presencia de los mismos isótopos, como los del oxígeno, en nuestro planeta y satélite tendrían explicación. "Una gran fracción de pares planeta-impactador tienen composiciones casi idénticos", señalan los autores en su estudio. "Por lo tanto, la similitud en la composición entre la Tierra y la Luna podría ser una consecuencia natural de un impacto gigante".
Este podría ser el caso de la Tierra y el planeta con el que chocó. De esta forma las presencia de los mismos isótopos, como los del oxígeno, en nuestro planeta y satélite tendrían explicación. "Una gran fracción de pares planeta-impactador tienen composiciones casi idénticos", señalan los autores en su estudio. "Por lo tanto, la similitud en la composición entre la Tierra y la Luna podría ser una consecuencia natural de un impacto gigante".
Las simulaciones muestran que hay casos donde las composiciones de dos protoplanetas que colisionan son similares
No hay comentarios:
Publicar un comentario